Hablemos del estrés

¿Qué es el estrés?

El estrés es una capacidad natural que todos los mamíferos compartimos.
Se trata de un mecanismo que nos permite sobrevivir a las demandas de la vida en este mundo, con sus peligros y amenazas.
Si los humanos no tuviéramos la capacidad de estresarnos no podríamos sobrevivir.

Una definición clásica de la teoría de los sistemas de evaluación cognitiva, de Lazarus y Folkman, nos dice que el estrés es:

…el resultado de la relación entre el individuo y el entorno, evaluado por aquel como amenazante, que desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar.

Lazarus y Folkman, 1989



Sin embargo, el estrés no siempre tiene consecuencias negativas. En ocasiones su presencia representa una excelente oportunidad para poner en marcha nuevos recursos personales, fortaleciendo la autoestima.

¿Existe otro tipo de estrés?

Si, el Eustrés que genera atención y emoción, aumenta la productividad y tiene una duración más corta.

El estrés positivo también se conoce como Eustrés.

Aprender a manejar el estrés positivo de forma adecuada puede convertirlo en una ventaja para tu salud, creatividad y bienestar

Sin embargo, si el estrés se perpetúa en el tiempo se convierte en crónico.

Pedir y aceptar ayuda terapéutica mejora la capacidad para controlar el estrés.

¿Qué es el estrés crónico?

Según la American Psychological Association, APA.
El estrés crónico, es el estrés agotador que desgasta a las personas día tras día, año tras año. El estrés crónico destruye al cuerpo, la mente y la vida; nos destruye mediante el desgaste a largo plazo.
Es el estrés de la frustración continua, de sentirse atrapado en un matrimonio o familia infeliz o en un empleo o carrera que no nos gusta.
Es el estrés que los eternos conflictos étnicos, religiosos o políticos y de las migraciones que afecta a los habitantes de esos países.
Algunos tipos de estrés crónico provienen de experiencias traumáticas de la niñez que se mantienen dolorosas y presentes.
El estrés crónico surge cuando la persona no ve la salida a una situación, pierde las esperanzas y abandona la búsqueda de soluciones.
El peor aspecto del estrés crónico es que las personas se acostumbran a él, se olvidan que está allí y se desgastan poco a poco.

¿Puede el estrés causar enfermedad o muerte?

El estrés crónico mata a través del suicidio, la violencia, el ataque al corazón, la apoplejía e incluso el cáncer.
Los síntomas de estrés crónico son difíciles de tratar y pueden requerir tratamiento médico y terapia en el manejo del estrés. De ahí la importancia de aprender técnicas que ayuden a mitigarlo.

¿De qué depende la aparición del estrés negativo o distrés?

Depende de la percepción que tenga el individuo de la situación y de sus propios recursos. Lo cual tendrá un papel determinante en que se produzca o no de la reacción de estrés.

Consejos para reducir el estrés

1-Conócete a ti mismo.

  • Es importante conocer nuestro nivel de estrés y las causas del mismo. Estar atento a las señales de alarma.
  • Reconoce cómo te enfrentas al estrés. ¿Practicas conductas perjudiciales como fumar, beber o comer para controlarlo?.
  • Se Proactivo.

2-Cuida la dieta:

  • Come sano.
  • Usa el tiempo de comer como momento de descanso y ruptura con tus actividades profesionales.
  • Aprovecha la comida para hacer vida social y familiar.
  • No abuses del alcohol, café o cigarrillos.

3-Descansa:

  • Duerme lo suficiente, en torno a ocho horas.
  • Toma vacaciones y fines de semana como tiempo de ocio y descanso.
  • Fomenta las relaciones sociales como alternativa al trabajo.
  • Deja el trabajo en la oficina (tanto los papeles, como las preocupaciones).

4-Ejercicio físico:

  • La práctica moderada de algún deporte o ejercicio físico nos ayuda a relajarnos.
  • Caminar todos los días al menos treinta minutos.
  • Busca contacto con la naturaleza, y con familiares o amigos.

5-Organización:

  • Establece reglas de estricto cumplimiento, como por ejemplo, desconectar el teléfono móvil al llegar a casa, o determinar ciertos horarios para responder llamadas. Comunícalas a los demás para que no haya conflictos y todos sepan a qué hora pueden llamarte.
  • Organiza tu tiempo y actividades, estableciendo horarios. Es fundamental para poder descansar, no estar preocupados, no sufrir continuos sobresaltos, olvidos importantes, etc.
  • No llegues tarde a las citas, teniendo en cuenta los pequeños retrasos habituales para estar a tiempo.
  • Crea una lista de asuntos pendientes, establece prioridades. Usa una agenda.

6-Solución de problemas y toma de decisiones:

  • No dejes pasar los problemas: afróntalos de una manera más activa o más pasiva, pero decidiendo qué es lo mejor en cada caso.
  • Toma decisiones siguiendo un proceso lógico: plantear el problema, análisis de pros y contras, elección de la mejor alternativa. No volver atrás, etc.
  • Deja de analizar continuamente el problema, esto produce ansiedad.

7-Interpretación de situaciones y problemas:

  • Evita ser catastrofista.
  • Si estás nervioso, entender que es natural estarlo, la ansiedad es tan natural como el miedo, la alegría o el enfado.
  • Actúa con naturalidad, no evites los problemas, no estés preocupado por lo que los otros puedan pensar de nosotros o de nuestro problema.
  • Ante la ansiedad, seamos compasivos con nosotros mismos y con los demás.
  • No añadas elementos accesorios al problema.

8-Atribuciones y autoestima:

  • Si hemos hecho bien una cosa, reconozcamos nuestra propia autoría y felicitémonos por ello (no ha sido la suerte, sino nuestro esfuerzo y nuestra capacidad).
  • Si hemos hecho mal una cosa, no negar o ignorar la situación; debemos analizar nuestros errores y corregirlos, sin culpas, sin pensamientos negativos sobre uno mismo.
  • Es bueno querernos y tratarnos bien.

9-Relaciones con los demás: pareja, amigos, compañeros, familia, etc.

  • Reforcemos las conductas positivas de las personas de nuestro entorno, con aprobación, halagos, sonrisas, pequeños detalles, etc.
  • Corrijamos las conductas negativas de las personas de nuestro entorno hablando, sin pleitos o reclamos, sin culpas, ni otros castigos.
  • No saquemos continuamente los problemas del pasado, las culpas de los demás.
  • Aprender a decir no, cuando sabemos que es mejor decir “no”.
  • Recordar siempre que una pareja en crisis intercambia muchos castigos y pocos refuerzos, justo lo contrario de una pareja sin problemas.

10-Entrenamiento en técnicas de control de ansiedad y estrés:

  • Realizar ejercicios de flexibilidad y relajación.
  • Aprender y practicar técnicas de gestión emocional.

Y, por último, pero no menos importante -Pide apoyo profesional. Pedir y aceptar ayuda terapéutica mejora la capacidad para controlar el estrés.

Ma. Helena Villalobos L
Counselor-Coach
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